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Detalle de celebración pagana de la Calvochera en Las Hurdes. Fuente: fotografía propia. |
Borrajá, Calvochá, Calvochera, Calvotá, Calvotera, Calvotis, Carvochá, Carvochera, Carvoti, Chaquetía, Chicharrona, Chiquitía, Corrombla, Magostá, Magostu, Magustu, Moragá, Tosantus... Los nombres tradicionales extremeños se prodigan, se multiplican, se repiten, se diversifican para hacer referencia a una fiesta popular cuyos orígenes se remontan a una época muy anterior a la de la cristianización de estas tierras y a la consiguiente canonización del
Día de Todos los Santos y su secuela
de los Fieles Difuntos.
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Calabaza clásica de Halloween. Fuente: Rosa Valls, arte floral. www.rosavallsformacio.tv |
En este mundo globalizado que nos ha tocado vivir hoy, desde hace unas décadas (y muy sensiblemente en la última) nos inunda todo el repertorio de celebraciones anglosajonas en torno a esta fecha:
Halloween,
con todo su
truco y trato de arañas peludas, brujas con sombrero, calabazas sonrientes, espantapájaros
hollywoodianos y fantasmas de opereta. Y a niños, jóvenes y mayores (pero sobre todo, ¡ay!, a los niños) nos cuesta sustraernos a esta parafernalia grotesca a la vez que seductoramente lúgubre, que todo lo invade durante los días previos al 1 de noviembre. Celebraciones anglosajonas cuyo origen, por cierto, no lo es tanto sino que hunde sus raíces -como tantos otros elementos culturales presentes en las Islas Británicas y que pasaron a América- en lo celta y concretamente en las fiestas del
SAMHAIN o "
Año Nuevo" celta, que festejaba, a partir del fin del tiempo veraniego y la temporada de cosechas, el inicio de una época nueva más oscura, y con ella la apertura al
otro mundo de los espíritus de los muertos, de los antepasados que se fueron y nos velan desde el
Más Allá.
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"La Calavera el Conqui" de Quintana de la Serena. Fuente: cosasdequintanadelaserenaquintanejosdotcom1.wordpress.com |
Pero en nuestras tierras extremeñas estas celebraciones que ahora nos llegan de allende los mares con el nombre de
Halloween, y sus omnipresentes calabazas huecas, no son nada nuevo si no es por el nombre, y sí, en cambio, forman parte de una cultura popular ancestral que a duras penas ha conseguido sobrevivir hasta esta era de la globalización. En efecto, todo el elenco de
fiestas tradicionales extremeñas de Todos los Santos presenta una serie de elementos antropológicos y etnográficos cuya génesis habría que rastrear en los antiguos pobladores de estos lares y los ritos que jalonaban su calendario agrícola y telúrico.
La Calavera el Conqui de Quintana de la Serena o Santa Marta de los Barros (
La Calavera el Conde en Montijo) o las
Calvochás,
Calvocheras etc. de todo el norte de Extremadura no son sino el testimonio vivo de esas
celebraciones célticas en Extremadura cuyas manifestaciones alcanzan a nuestros días luchando por no sucumbir a la uniformización mediática. Así, cuando nuestros niños o jóvenes vacían una calabaza y salen a pedir dulces o frutos por las calles del pueblo, están haciendo lo que ya hacían sus abuelos y tatarabuelos ahuecando las propias calabazas o también los melones y sandías
de año y reclamando al vecindario la propina alimentaria en forma de
chaquetía o
chiquitía que luego devoraban en el campo al calor de las hogueras, jugando y danzando hasta que la noche aconsejaba la retirada al calor de los hogares.
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La carvochera en Mesegal (Las Hurdes). Fuente: canalextremadura.es
Aná que arraya noviembri, s'escumbra la Carvochá, un rehuiju que tamién dízin-li la Magostá o la Chiquitía, sigún el conceju Las Urzis. Vága-mus dil aciamenti al rebuscu las castañas. Dímonus huendu polos lombus i, acanuná, enllenamus los farracus de castañas enxertas, que de continu dixun: "La castaña tien una maña: el que la herea, l'arrepaña". [Extraído de "La Carvochera en Las Hurdis", publicado por F. Barroso Gutiérrez en la revista Las Hurdes, transcrito en la grafía normalizada por el OSCEC (Órgano de Seguimiento y Coordinación del Extremeño y su Cultura) para la lengua extremeña o estremeñu.]
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"Chiquitía pa los que doblan, chiquitía pa los que doblan" es lo que iban pidiendo los muchachos de mi pueblo en la víspera de los difuntos por las casas. Los vecinos les entregaban castañas, granadas, membrillos y, con lago de suerte, algún chorizo o patatera...
ResponderEliminarMás sobre la chaquetía, poemas en castúo en
ResponderEliminarhttp://www.sierradegatadigital.es/opinion/julian-puerto-rodriguez/chiquitia/20140330192626012950.html