Consagración de la Primavera, por Sandro Botticelli. Galleria degli Uffizi, Firenze. Fuente: www.artehistoria.com |
MAYO (ing. May, fr. mai,
al. Mai, port. maio, gr. Μάης / Μάιος, estremeñu mayu, vasc. maiatza). Quinto
mes del año, con 31 días. Del lat. Māius, nombre que ya tenía este mes
en la antigua Roma y cuya etimología parece tener raíces divinas: para unos
derivaría de la diosa romana Māia, hija de Fauno, conocida como Bona Dea (“Buena Diosa”) y con
festividad en este mes; para otros recordaría a la ninfa Μαῖα
(Maîa), una de las Pléyades (hijas de los
titanes Atlas o Atlante y Pléyone), Maya que fue madre del dios Hermes (el
Mercurio romano) al que había concebido de Zeus (Júpiter en Roma) en una de las
muchas excursiones extramatrimoniales de éste; finalmente, el nombre de este
mes podría tener relación con Māius Deus (“Dios Máximo”), uno de
los antiguos epítetos romanos de Júpiter, rey de los dioses. Sea cual fuere el
origen de su nombre, es mayo un mes mayor (lat. māior, māius) que sus vecinos abril
y junio, que tienen un día menos, y en él se van haciendo mayores los días hasta alcanzar su máximo anual con el solsticio de
verano.
Fiesta de la Santa Cruz: Cruces de Mayo. Feria (Badajoz). Fuente: www.viajarporextremadura.com |
Se abre este mes en las mitologías del norte de Europa con una ancestral fiesta pagana: la Noche de Walpurgis. Contrarrestada esta avalancha de brujas y demonios en los muy católicos confines meridionales del continente con toda la profusión de las Cruces de Mayo.
Amapola (papaver rhoeas), la flor que estalla en mayo. Fuente: www.cortijorojas.com |
Mayo
es el mes central de la primavera, como agosto lo es del verano, noviembre del
otoño o febrero del invierno. Sus tres primeras semanas coinciden con el signo
zodiacal de Taurus (Tauro, “el
Toro”) y suponen por nuestras mediterráneas latitudes el fin de los tiempos
frescos: Cuando mayo va a mediar, debe el invierno acabar, junto con el
máximo esplendor de la naturaleza previo a la sequedad estival, escenificado en
la más vistosa eclosión floral del año: Marzo ventoso y abril lluvioso sacan a mayo
florido y hermoso. // Mayo entrado, un jardín en cada prado.
Mayo es climatológicamente un mes sin extremos: Mayo arreglado, ni frío ni
acalorado, ni muy seco ni muy mojado; aunque algunos años se empeña en
ser frío –especialmente en su primera mitad-: En abril y en mayo no dejes en
casa el sayo. // El buen madero, para mayo lo quiero.
// En
mayo quemó la vieja el escaño, y en junio… porque no lo tuvo; pero las
tardes son ya muy largas, y el calor va en aumento con los cielos despejados -muy evidentemente en los últimos días-, de forma que, incluso en años
lluviosos, según avanza el mes los campos van granando y amarilleando: Lo
que mayo riega, mayo lo seca. Tradicionalmente se tienen por bendición
las lluvias de mayo, que aseguran buenas cosechas: Agua de mayo, pan para todo el
año. // Mayo hace el trigo y agosto hace el vino. Igualmente proverbial
es su relación con marzo, en que un mes y otro parecen empeñarse en
intercambiar eventualmente su comportamiento habitual: Cuando marzo mayea, mayo marcea.
Embalse del Águeda (afluente del Duero), desembalsando por las lluvias de mayo. Fuente: www.ciudadrodrigo.net |
COMO
AGUA DE MAYO nos
está viniendo este mes en 2016, con una primera mitad fresca y muy lluviosa
(arroyos corriendo y pantanos rebosando) y una segunda mitad moderadamente cálida
que nos están trayendo un crecimiento de hierbas y una explosión de colores sin
precedentes en nuestros prados y en
nuestros jardines.
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