El olivo, un árbol cargado de versos
El 26 de noviembre de 1992 se inauguró el Consejo Oleícola Internacional (COI) en Madrid con la finalidad de contribuir al desarrollo responsable y sostenible del árbol del olivo. De ahí que esta fecha se haya señalado como el Día Mundial del Olivo a fin de reivindicar su importancia en la agricultura, la economía y la cultura.
Prueba de esa presencia en la cultura está en la poesía. Son numerosos los autores que han dedicado versos a este icono de nuestro paisaje: Antonio Machado, Federico García Lorca, Rafael Alberti... Pero hoy nos vamos a centrar en un poeta cuyos versos reivindican el duro trabajo de los agricultores, Miguel Hernández. Y los olivares se convierten en el extenso poema 'Aceituneros' en el símbolo de su lucha.
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma:¿quién,
quién levantó los olivos?
Andaluces de Jaén,
andaluces de Jaén.
No los levantó la nada
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Andaluces de Jaén.
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿de quién,
de quién son esos olivos?
Andaluces de Jaén,
andaluces de Jaén.
¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna
pesan sobre vuestros huesos!
Jaén levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.
Andaluces de Jaén.
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿de quién
de quién son esos olivos?
Andaluces de Jaén,
andaluces de Jaén.
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