Se
han celebrado las
5ª Jornadas de Bibliotecas de Extremadura ,
aunque para mí hayan sido las primeras, y verdaderamente las he
disfrutado: me han hecho reflexionar y me han hecho soñar.
Los
ponentes que he escuchado han tocado las teclas humanas más
sensibles.
Gonzalo
Moure
fue el primero con su “Abrir puertas y ventanas”. Reflexionó
sobre la lectura y puso en envidencia que en torno al 70% de los
niños se consideraban lectores en su infancia pero que este
porcentaje descendía hasta el 14-15% en la adolescencia. Y es que la
literatura tiene que competir con el móvil, las tablets, los
vídeojuegos... y la batalla está casi perdida. Por eso él defendía
una lectura donde lo que primara no fuera el entretenimiento sino que
creía en el libro que generaba emociones.
“Somos
lo que hemos leído” y “ la literatura nos hace mejores”. Él
es un ejemplo de calidad humana con ese precioso proyecto que tiene
en el Sáhara y mediante el cual ha creado unas cuantas de
bibliotecas allí para esos niños pobres y necesitados, entre otras
cosas, de conocimientos.
También
incidió en que el bibliotecario debía volar por las estanterías y
coger los mejores frutos y llevárselos, como alimentos, a los
jóvenes polluelos lectores. No quedarse esperando a ver qué pasaba.
Elogió
a lo nuevos escritores de las redes sociales y bloggers; porque no
basta con leer y conocer hay que soñar lo nuevo, crear y escribir.
Fue
emocionante oírlo.
A
continuación Isaac Rosa y sus ilustradores Mikko y Cristina Bueno
nos hablaron de la novela gráfica y de dos títulos en concreto,
Aquí
vivió
y Tu
futuro empieza aquí;
sobre los desahucios y la generación “nini”. Temas sociales de
actualidad.
El
escritor reflexionó en voz alta cómo los jóvenes recibían estos
libros muy activamente porque se indignaban y reivindicaban. Llos
adultos naturalizamos (¡Esto está pasando en España!) pero los
jóvenes se conmocionan (¿Esto está pasando en España?).
Y
los jóvenes ilustradores hablaron de la pasión por dibujar e
ilustrar y el difícil camino de ir abriéndose paso en España.
Apuestan
por este formato como una manera distinta, quizá más atractiva para
adolescentes (aunque son libros dirigidos a todos los públicos), de
acercarse a la realidad.
Uno
de los momentos estelares fue el encuentro con el Duende
Josele,
el poeta que canta. Nos recitó poemas y nos cantó canciones que nos
hicieron revolvernos en nuestros asientos. La hondura de sus letras
nos ponía un nudo en la garganta.
y
nos recordó que “no todos somos poetas pero todos podemos ser
poesía; somos poesía en el momento en que hacemos las cosas con
amor”
También
hubo espacio para unir
las lecturas con otras artes,
la danza.el teatro, el cine, la música. Momentos de creatividad
total.
Y
finalmente, Nando López nos atrapó con su enfoque sobre la lectura;
una lectura para construir la identidad.Tiene obras fundamentales
(La
edad de la ira, Cuando todo era fácil)
para conocer la realidad actual ya que en ellas da voz a jóvenes
auténticos; principalmente pone el foco entre los grupos LGTBI,
porque aunque creamos que no, sigue habiendo mucho homofobia.
Nos
habló de los libros guía, que marcaban morales, y los libros
espejos, en donde te sentías reflejado. Y, por supuesto, él
apostaba por estos últimos.
Resaltó
los conflictos y la soledad que sufrían los adolescentes buscando su
sitio entre el “querer pertenecer al grupo y el querer
singularizarte” Y cómo la lectura puede ofrecerles un lugar
seguro. La literatura da voz a sus miedos .
Han
sido realmente unas jornadas amenas e interesantes que nos han
recordado que no podemos vivir sin literatura: un arma que nos hace
cuestionarnos y hace crecer.
Y
en esa misión andamos: intentando convencer a los jóvenes de esto;
de que leer nos hace mejores personas.
Un
placer haber tenido la oportunidad de asistir.
Mónica
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