2052
Cuando Turner sintió las manos de su amigo desatar la banda que cubría sus ojos, intentó abrirlos lentamente. Pero la intriga que que llevaba atormentando su estómago desde hacía unos minutos se apoderó de sus párpados y le hizo abrir sus ojos más rápido de lo que debía.
A causa de esto, tuvo que pestañear varias veces para acostumbrarse a la cegadora luz del sol que acaloraba aquella tarde agosto.
En el momento en el que, por fin, sus pulas se regularon, pudo entender a lo que se refería aquel amigo suyo llamado Jesse.
Estaban en un jardín, con una gran fuente en el centro, que se desbordaba y hacía crecer a su alrededor todo tipo de hierbas y flores.
La paredes de piedra que rodeaban el jardín estaban llenas de enredaderas y musgos, de un color verde brillante. Era algo que Turner no había visto nunca, salvo en las fotos que ilustraban los libros de historia.
- ¿Entiendes ahora lo que quería decirte?- Las palabras de su amigo se sobresaltaron.
- Sí, ¿cómo has encontrado este lugar?- Respondió y preguntó , sin dejar de mirar aquellos seres vivos que crecían del suelo.
- Mis padres solían traerme aquí, ya sabes, antes de que el Capitolio prohibiese cualquier tipo de naturaleza.
Turner no podía imaginar que antes de aquella prohibición, todo el mundo viviese este tipo de escenas a diario, y no llegaba a entender cómo los altos cargos podían haber concluido en esa decisión, dejando a millones de personas morir por falta de oxígeno. Eso fue antes, claro, de la invención del oxígeno artificial. Ese que obligaba a todos los seres humanos a vivir con un tubo dentro de sus fosas nasales.
Realmente había muchas cosas que no entendía, pero lo que tenía my claro es que le encantaba eso llamado “naturaleza” y que si él pudiese volvería al pasado y se ocuparía de cuidarla para poder conservarla siempre.
EL PASO DEL TIEMPO
Estaba amaneciendo, la niebla lo tapaba todo, el silencio de la noche llegaba a su fin.
Se empezaba a oír el sonido del los pájaros: jilgueros, verderones y alondras. Observé encima de mí unos buitres volando en círculos buscando comida y una cigüeña negra que sobrevolaba el puente con una rama en su pico para seguir construyendo su nido.
Frente a mí había una familia de topillos cabrera que roían una bellota ...
Para mi todos los días son iguales pero qué maravilla estar aquí rodeado de los míos .... Nuestra vida es corta pero somos únicos Lirio Lusitano (Lirio amarillo)
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